Nacional N-260, Mr. Furia, seguía al volante de la Volkswagen, y el Volumen Brutal, era la tercera de vez que sonaba de forma repetida en el radiocasette de la furgoneta.
-Bueno Varones, acabamos de entrar en la comarca...
-¿La comarca?-interrumpió Manniken-¡Qué bien Furia, por fin voy a ver a los Hobbits!!!
-No hombre no, la comarca del Pallars Sobirà...
-Jajaja-todos los Varones rieron al unísono.
-Joder, solo ha sido un lapsus-intentaba justificarse Manniken-además seguro que alguno lo ha pen....
-Cuidado Furia!!!!-La velocidad de reacción de Mr.Furia fue insuficiente en el intento de esquivar a la figura humana que apareció de forma repentina en la carretera. Los Varones se miraron los unos a los otros, y sin dudarlo dijeron:
-¡Sigue Furia!, a estas horas seguro que no nos ha visto nadie.
-Pero creo que hemos atrop...
-¡Qué sigas joder!-las cuchillas de Lobezna amenazaban al cuello de Mr.Furia.
-¡Vale, vale!, pero si nos paran, que los puntos se los quiten a Manniken, que a él no le gusta conducir!
-No te preocupes por eso Furia-Manniken le guiñó un ojo a Mr.Furia ratificando su comentario anterior-.
-Intentemos olvidar este percanze y prosigamos con nuestra misión-Comentó Hechizera para zanjar la cuestión-
-¿Hechizera, avisamé cuando estemos cerca del hogar de Vatticana?
-Ya falta poco Mr.Furia. Es una cabaña de madera en la cumbre de la montaña con un letrero que pone "No adivino el número de la Lotería de Navidad"
Mr.Furia, aparcó la furgoneta a los pies del camino. Los varones bajaron del vehiculo, y se pusieron en camino hasta la casa. Hechizera era la cabeza de la comitiva.
-Dejadme entrar a mi primero, una vez me reciba, ella os invitará a pasar. No le gustan las multitudes, y no quiero avasallarla desde un principio.
Hechizera golpeó dos veces la puerta.
-¡Ahora abro!-se escuchó una voz tras la puerta, que tras uno segundos, empezó a moverse-
-¡Por Yoda Bruixa!, ¿Qué haces recibiendo a la gente en picardias?-Pregunto extrañada Hechizera-
-Calla, calla, que pensé que era el cartero. Él siempre llama dos veces. Pero anda, entra dentro que hace frío en la calle.
-Jajajaja, ven a mis brazos Bruixa. No has cambiado nada, estás igual que la última vez que nos vimos.
-Jajaja, no se si tendrá algo que ver el elixir de la eterna juventud. Creo que fue la mejór pócima que pudimos crear.
-Lástima que las multinacionales cosméticas nos vetaran la idea. Por cierto, hoy no vengo sola, he traído conmigo a un grupo de Varones.
-Pues voy a invitarles a entrar, me pongo algo más decente y voy a recibirlos.-La Bruixa se dirigió a la puerta-Por favor, sed bien venidos, soy La Bruixa, y ésta es vuestra casa.
-¿Tu eres La Bruixa?-preguntó Trinity extrañada-
-Jajaja, si ya se, ni visto de negro, ni llevo sombrero, ni poseo una nariz de pinocho retorcida, ni siquiera una miserable berruga en la cara. Pero esa es una imagen creada por los narradores de cuentos y los guionistas de Hollywood. Afortunadamente, los cánones de belleza entre las brujas han avanzado, ni siquiera guiso en una enorme olla, utilizo el microondas.
-Jajaja, rieron todos, menos Lobezna y Trinity, que se preguntaban cuál sería el secreto de semejante belleza.
-Bueno, sentémonos todos y ponerme al corriente de todo lo sucedido.
Hechizera fue la encargada de dar las explicaciones oportunas, mientras tanto, Trinity y Lobezna, seguían preguntándose sobre La Bruixa, y dónde narices se habría comprado las botas que llevaba.
-Muy interesante-concluyó La Bruixa al escuchar toda la historia-Esta noche descansareis aquí y mañana por la mañana seguiremos todos juntos el viaje. Por cierto ¿No os habeis cruzado con nadie en vuestro trayecto hasta aquí? Como os estabais retrasando, envié al Gran Mago Merlín en vuestra busca. Sus acertadas profecías, serán imprescindibles para recuperar el anillo.
Una desagradable sensación embargó a los Varones.
Manniken
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