LA PEÑA NOS TIRA PIEDRAS 45: Auf wiedersehen

Algo llamó la atención a Hechicera cuando estaba a punto de coger la autostrada camino a Bergamo. La muerte de Trinity, Lenders y Lambrusco había sido algo siniestro y utilizar a Howard el Pato, para ese fin, aún había sido más.
-Algo va mal..se repetía una y otra vez- mientras caminaba por el arcén.
De repente vio en las espesuras de una arboleda, cercana a la autopista, algo que le llamó la atención: una Philippshave de doble acción.
-¡Feminnattis!
Hechicera se puso en guardia, pero su sorpresa se incrementó cuando adentrándose en la arboleda ninguna enemiga la atacó. Andó un centenar de metros, bosque adentro, hasta que en otro claro vio una pila de cuerpos ensangrentados. Avanzó hacia ellos, empezó a sudar y un escalofrío recorrió su cuerpo ante tal dantesca y horrorosa visión. Allí, en ese claro de bosque, yacían los cuerpos de más de 300 feminattis muertas y descuartizadas. Restos de miembros y vísceras se amontonaban y eran alimento de los miles de insectos que ya habían hecho su aparición.
-¿Quién habría podido cometer tal atrocidad?. Esta pregunta corría por la mente de Hechicera una y otra vez. Se acercó más a los cuerpos pero no pudo soportar el asco y el olor nauseabundo y se tuvo que apartar a vomitar. Cuando ya se recuperó, su curiosidad la volvió a vencer y se acercó de nuevo a los cuerpos inertes. Sintió pena por ellas y ellos.
De pronto una alarma saltó en su cerebro, a lo lejos, observó como un humo blanco ascendía hasta los cielos. Se acercó a verlo. Era una inmensa olla negra, con un caldo de color rojo hirviendo en su interior. Al lado de la olla, encontró un manuscrito arrugado, una especie de conjuro.

"Por la lejana montaña, va caminando un jinete
vaga solito en el mundo y va deseando la muerte
lleva en su pecho una herida, va con su alma destrozada
quisiera perder su vida, y reunirse con su amada"

Hechicera cayó al suelo al comprender la situación. No podía dar crédito a lo que acababa de descubrir.
-No puede ser..no puede ser.... Bruixa ha reunido a todas las Feminattis y las ha llevado al suicidio, al encuentro de Vatticana-Gritaba Hechizera en medio de la nada. Al incorporarse abandonó la idea de ir a Bérgamo. Tenía que ir a buscar al resto de Varones. Sabía que ahora Zaraman, Furia, Manniken y Bookman estaban en completo peligro. No podía perder más tiempo. Iría tras ellos para prevenirlos aunque tuviera que ir corriendo. Miró por última vez los cuerpos de sus enemigas y se percató que una de ellas llevaba una chocolatina en la mano.
-¿Leonidas?.....eso es Bruselas.-dijo.
Lo supo enseguida y no lo dudó. Los Varones iban hacia Bruselas y se dirigían sin saberlo a su propio matadero.
Cuando salió de nuevo de la espesura del bosque, miró las enormes cumbres de los Alpes y comenzó a correr. Correría hasta llegar a Bélgica, correría y no pararía hasta entonces.

.........Alemania....( Autopista R5-L Colonia/Frankfurt/Brussels).....

La salida de Suiza habia resultado más fácil de lo previsto, y los restos del conductor no habian sido apercibidos por los guardias fronterizos. Los Varones viajaban solos por la autopista y despues de una hora se pararon en la primera area de servicio que encontraron.
-Vamos a pillar unos sandwichtes para cenar, ¿no?-preguntó Zaraman.
-Venga vale, yo me quedo en el bus haciendo guardia y vosotros pilladme uno de lomo con queso-dijo Mr.Furia.
Todos se bajaron y después de veinte minutos fueron llegando. Bookman, Manniken y Lobezna aparecieron con sus bocatas y bebidas, pero Bruixa se retrasaba....
-¿Dónde se ha metido, ésta?-preguntó Manniken.! Si que tarda!
-Os prometo que no le he hecho nada malo-comentaba Lobezna contrariada.
Aquel día fue la última vez que los Varones vieron a Bruixa. No supieron nunca más de ella. Después de dos horas esperando su regreso, y cansados de su busqueda, sin encontrar ninguna pista, se dieron por vencidos, ya que ni los operarios del area de servicio recordaban haberla visto.
Después de esperar ese tiempo los Varones decidieron seguir el camino, entristecidos por la ausencia, bueno todos menos Lobezna,pero confiados que tenían que seguir adelante con sus planes y en busca de la verdad.
-Un momento, he encontrado algo-Avisó Lobezna- Esta nota estaba en su asiento del bus.

"Queridos Varones, cuanto más lejos lleguéis, menos fácil será retroceder, pero ningún lazo ni juramento os obliga a ir más allá de vuestros propios corazones, si aún quedan hombres valerosos como vosotros, grande tuvo que ser la gloria de vuestra comarca.
Ahora ya no me necesitais, estais cerca de vuestro objetivo, y yo, solo sería un impedimento. Antes de reunirme con vosotros, realizé una obra para que perdonarais el daño que os hize, pero aún sin saverlo, me aceptasteis como a una de los vuestros. Gracias."
Lobezna acabó de leer la nota entre lágrimas.
-¿Cuál sería la obra de la que habla Bruixa?-preguntó Zaramán.
-Eso ya no importa-contestó Mr.Furia.
-Es un alma libre, y como tal, siempre la respetaremos-añadió Manniken.
-No me dio tiempo a explicarle, que mi forma de comportarme con ella, era sólo por miedo a volver a perdela, fui una cobarde al no compartir mis sentimientos con ella-Se lamentaba Lobezna.
-Bueno chicos, Bruixa ya es historia, y como tal, quedará reflejada en los libros.-Añadió Bookman.

Media hora más tarde, los Varones vieron por fin el primer letrero que nombraba Bruselas. Solo 80 kms los separaba de la capital.

Manniken&Mr.Furia.