...Psssss ¿ A tí te gusta Alejandro Sanz?.... pssssss un moñas...( Sogo dixit MCMXCI)

17 enero 2007

LA PEÑA NOS TIRA PIEDRAS 44 "El enigma de Lucerna"

LUCERNA

Amanecía en Suiza y los Varones se acabaron de despertar, tras escuchar los contínuos cánticos de Mr.Furia. Bajaron todos del autobús para desayunar. Lobezna y Manniken, aprovecharon para deshacerse de los restos de la tortilla, tirándolos una papelera. Desayunaron y se pusieron de nuevo al volante para llegar a Lucerna lo antes posible.
Pese al incidente tortillero, el viaje transcurria bastante bien. Mientras contemplaban el paisaje, las montañas nevadas y los grandes desfiladeros de los Alpes, los cuatro frikis les explicaban a Bruixa y Lobezna como era su Comarca.

-Vivíamos muy felices allí ¿sabéis?, repetía una y otra vez Zaraman. Era un barrio donde teníamos mucha gente conocida, un polideportivo que se llenaba de gente en las noches de verano para jugar a fútbol, jugábamos al bote en la calle, se hacían hogueras para San Juán y, disfrutábamos de una fiesta mayor donde cortaban la calle toda la semana...!No pasaba ni el autobús!

Bookman les explicó las hazañas de personajes tan ilustres como Aragón y Torres, que hicieron tanto por aquel barrio de inmigrantes y de como, en años remotos, incluso los Reyes Magos pasaban por la calle principal del barrio.

-Ahora todo ha cambiado, ya no parece nuestro barrio-decía tristemente Manniken-incluso se habla otro idioma.
-¿ Y porqué abandonasteis vuestro barrio y os metisteis en esta historia?...
-Así suele ocurrir, Bruixa, cuando las cosas en que creemos están en peligro, alguien tiene que renunciar a ellas, perderlas, para que otros las puedan conservar.
-¿Y porqué sois tan bajitos?, dijo Lobezna.
-Es porque en el colegio nos daban un brebaje de color rosa que teníamos que pasar entre nuestros dientes. Creo que lo llamaban flúor, y por eso no sobrepasamos el metro setenta y tres-le explicó Bookman.
-Bueno....en realidad yo me escondía en el lavabo y bebí menos liquido de ese.....por eso mido más; dijo Zaraman mientras esbozaba una orgullosa sonrisa.

Transcurrían los kilómetros y ya faltaba poco para llegar a la capital del cantón de Lucerna.
-Días antes me hubierais matado ¿verdad?, preguntó Bruixa...
Ninguno de los Varones se atrevió a mediar palabra, pero Lobezna y Manniken cruzaron una mirada cómplice. Todos sabían, y Bruixa también, que eran enemigos y en el campo de batalla hubieran luchado a muerte.
-Sinceramente , creí que me dejaríais en la frontera o que me mataríais allí mismo, por eso aún no comprendo vuestra decisión de traerme con vosotros y menos aún, sin hacerme daño, dijo Bruixa.
-Más de una vez, el huésped a quien nadie a invitado, demuestra ser la mejor compañía- le contestó Mr.Furia acompañando la frase con un guiño pícaro.
Al decir estas palabras de nuevo Manniken y Lobezna se miraron.
-Ves como tenía razón-susurraba Lobezna al oído de Manniken.
-tiempo al tiempo-matizó Manniken.

Llegaron a Lucerna a primera hora de la mañana y tras aparcar, se acercaron a la primera panadería que vieron. Compraron unos panecillos muy buenos y cuando Bruixa se dispuso a hablar en francés, pudo comprobar que difícilmente la entendían.
-¡Vaya!..resulta que estamos en la zona alemana...jejeje
-Pues entonces puedes largarte, ya no te necesitamos-Comentó Lobezna.
-Bruixa sigue con nosotros-sentenció Mr. Furia.

Los Varones y Bruixa no sabían exactamente que estaban buscando allí. Los acontecimientos se habían precipitado y la muerte de Trinity, Lenders, Lambrusco y Vatiticana los había llevado a tierras helvéticas.
-Creo que debemos prestar atención a todo lo que nos rodea. Howard el Pato, nos debía señalar la siguiente pista, pero Mr.Furia puso aquel artefacto que explotó....-dijo Bookman.
-¿Ves? Manniken...todo cuadra....creo que tu amigo Furia se ha pasado al lado oscuro y que es un compinche de Bruixa....
-¡Pero que dices Lobezna!- ¡Él no lo haría nunca!
-¡Tío!...¿Estás tonto o que? habla más flojito.
-¡Oye Manniken!
-¿Dime Zaraman?
-Me voy con Bookman a esa tienda de Merchandising a ver si compro algo para mis sobrinos ¿vale?..!Nos vemos en 15 minutos!
-¡De acuerdo!...Nosotros iremos a esa tienda de chocolate de ahí delante-dijo Manniken.

Lobezna, Bruixa, Manniken y Mr. Furia se adentraron en la tienda de chocolate para ver si compraban algo. Era una tienda grande, con mucho chocolate para poder elegir. Había de todos tipos: blanco, negro, de nueces, de almendras y hasta de café. Después de chafardear todos los pasillos, hicieron varias compras. Ya en la calle se toparon con Bookman y Zaraman.
-¿Habéis pillado algo?-preguntó Mr.Furia.
-Sí, unos peluche de perros y vacas para mis sobrinos. Nos han dejado pagar en euros y todo- dijo Zaraman.
-¿Y vosotros?
-¡Pues ya ves!..hemos pillado un poco de chocolate.
-¡Estais locos joder!!!!, la Guardia Suiza es muy estricta, nada de drogas joder.
-Tranquilo Bookman, es chocolate para comer. Hemos comprado de aquí, de Zurich, de Ginebra, uno que me han dicho que es muy bueno de la zona de Berna y este de.....¿Leonidas?....¿Sabeis de dónde es?
-Qué raro-dijo Bruixa.....ese chocolate no es suizo.
-¡Joder!..es de Bruselas, lo pone en la etiqueta-dijo Lobezna.
-Bruselas......capital de Bélgica..dijo Bookman.......
Todos se miraron y comprendieron que alguien había colocado ese chocolate en una chocolatería suiza, para dejar una pista.
-¿Tenemos a Philippe allí, verdad?-preguntó Mr.Furia.
-Sí, es un agente de la Orden del Friki..los amigos de Hechicera.
-Pues hay que ir a Bruselas y contactar con él para que nos busque alojamiento. Ya hemos descubierto el siguiente paso y tenemos que ponernos en camino sin perder tiempo.

De pronto Bookman empezó a palidecer y se llevó la mano a la barriga hasta que no pudo aguantar más y soltó un enorme y pestilente pedo que casi los tira al suelo....

-¡Joder!...!Estás podrido tío!..dijo Zaraman.
-¡Ufffff!...eso ha debido ser el desayuno.
Manniken y Lobezna se miraron. Ahora sabían quien se la había comido.
-Seguro que te ha sentado mal el café con leche-le indicó Lobezna.
-No se, es como si estuvieran inflando un balón dentro de mi estómago.
-¡Venga!, dejémosnos de chorradas y cojamos el bus camino a Bruselas-dijo Manniken impaciente.
-¡Ahhh! ¿Pero vas a venir ahora que ya sabes donde tenemos que ir?-dijo Lobezna.
-Claro que viene con nosotros. No vamos a dejarla tirada aquí, aunque sea nuestra enemiga-dijo Mr.Furia.
-¡Siempre la defiendes tío!...!Pareces al Zapatero con tanto talante!-dijo Lobezna muy enfadada...
-¡Dejadlo ya!-gritó Zaraman. Aún estamos en Suiza y le prometimos que vendría con nosotros. Ahora dejemos de pelearnos, subamos al autobús y pongamos pies en polvorosa hacia Bélgica.
Los seis subieron al vehículo. Nadie habló durante el trayecto. Solo los continuos retortijones de Bookman se escuchaban en el habitáculo..
-Ufffff..algo va mal..me duele mucho- dijo Bookman media hora más tarde.
-¡Tío, lo que pasa es que necesitas evacuar, joder!
-Que no Zaramán, que esto es grave. Dejadme aquí y continuad sin mi.
-¿Estás loco o qué?-preguntó Manniken- aquí no se abandona a nadie
-Joder, que ya no me siento las piernas, no me corre la sangre, creo que voy a explotar.

BOOOOOOOOOOOOOOOOMM!!!!!!!!!

Se hizo el silencio dentro del autobús. Los restos del conductor quedaron enganchados al parabrisas del bus.
-¡Joder el conductor se ha inmolado!, era un Feminatti que quería acabar con nosotros-Explicaba Manniken.
-No tenemos tiempo. Limpiamos los restos y nos vamos corriendo hacía Bruselas, Bookman necesita un médico. Ya conduzco yo el autobús.-Se ofreció Mr.Furia.
-De acuerdo, pero nada de poner la cinta de Barón.

Mr.Furia & Manniken

1 comentario:

Anónimo dijo...

!Que nivelazo! nos vana dar el Ondas y el Nobel con esta novela