-Maldita sea, nos tienes cogidos de los huevos!!!
Las campanas de Santa María latieron 12 veces en la fría noche comarcal. Es algo que no entendí, si eran las 12 de la noche, ¿no debían sonar 24 veces?. El lugar de reunión se encontraba mucho más al norte. El cementerio de las tierras bajas. Un lugar, frecuentado por la muchachada del barrio, bien en busca de misterio o bien para inciarse en el mundo del canutillo furtivo. Su gran particularidad, es una casa adosada a la pared sur del cementerio, protagonista de un sinfín de leyendas úrbanas. La de radiocasettes que han pasado la noche dormidos en una de sus ventanas esperando grabar alguna psicofonía...
-¿Estamos todos?-preguntó La Pibón con la voz entrecortada. Ella dijo que por el frío, el resto pensó que era un síntoma de cierto acojonamiento.
-Faltan Laudrup y Campanilla.
-¿Se habrán dormido? ¿Algún accidente doméstico? ¿Se han olvidado?
-No te preocupes Pibón. Siempre llegan tarde.-contestó Chacho entre risas-Estarán aparcando.
-Bueno tía, ¿Y ahora qué?
-No seas impaciente Manniken. Esperaremos a estar todos. No quisiera tener que explicar el siguiente paso más de una vez.
-¿Y si no vienen qué? Aquí hace un frío que quita el sentío.
-Yo pienso igual que Manniken. Si empezamos con variaciones en la táctica...
-¿Qué? ¿Ya quereis renunciar? Joder, llevamos diez minutos con el plan y ya tenemos discrepancias! Quizá lo mejor es meternos dentro de esa casa, y los esperamos allí. Si subimos las persianas de la ventana, podremos ver su llegada.
-¿Estás loca? -exclamó Zaramán enojado- Se comenta que dentro de esa casa se han cometido crímenes terribles. Se oyen voces escalofriantes de auxilio, disparos y cadenas que son arrastradas por espiritus.
-Ya estamos con que si la abuela fuma. ¿De verdad os vais a creer esas tonterías?
-Es cierto Pibón. Nadie ha conseguido pasar una noche en su interior. Los últimos en intentarlo fueron La Piña y el Pastanaga.
-¿Y esos quienes son?
-La Piña era la primera prostituta conocida de el barrio. Una noche, el Pastanaga, más quemado que el carburador de su vespino, decidió deleitarse con los placeres del sexo, contratando los servicios de ella. Al carecer de dinero suficiente para alquilar una de las habitaciones de la pensión situada paralela a la iglesia, decidieron dar rienda suelta a su lujuría en el interior de la casa maldita.
-¿Y qué pasó Mr. Furia?
-Que nadie los ha vuelto a ver. Desapareció hasta el carro que utilizaba el Pastanaga para llevar los cartones y las botellas de vidrio.
-¿Pero no entendeis qué todo eso son patrañas para evitar que la casa se convierta en un putiferio?
-Que no Pibón. Unos Okupas de esos que llevan un perro con un cordel de esparto, pantalones a rayas horizontales verdes y rojas, y gomina natural en el pelo, fueron los que dieron la voz de alarma a la policia. Intentaron entrar en la casa, pero una voz de ultratumba los amenazó de muerte.
-Mierda!!!
-¿Qué pasa Mr. Furia?
-Joder Manniken. ¿Y si Campaneta y Laudrup, han llegado antes que nosotros y por el frío, se han refugiado en el interior de la casa a esperarnos?
-Tenemos que entrar!!!
-Para el carro Pibón. Estas cosas se deciden a referendum, que parece que se te han subido un poco los aires de lider. Que tú tuvieras la idea de exhumar la tumba del manco, no te da derecho a jugar con el destino de todos nosotros.
-Pues yo paso de esto, me voy a casa y na ná, que mañana a las 8 juego en Monistrol..
-Joder Chacho, ¿Tienes miedo?
-A mi...esto y lo otro...pum pum.
-Qué vergüenza! me van a llamar en la Comarca la granjera por estar rodeada siempre de gallinas.
-Uyy lo que ha dicho.
-Tranquilo Mr. Furia, tiene lengua viperina. Será una estratégia psicologica.-Manniken intentó serenarlo-
-Qué digo gallinas...si os faltan huevos...
-¿Que no tenemos qué? Maldita sea!!! Todos adentro.
-Pero Manniken!!!
-A la mierda!!! Se va a enterar ésta si tenemos huevos o no. Lo que nos vamos a reír cuando veamos como se mea en los pantalones.
-Si señor Mr. Furia, bien dicho. ¿Nosotros miedo? La nena no sabe que hemos visto la peli de los Gremlims con la luz apagada.
-ya te digo. Y la de Tiburón.
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