Hola amigos, como odio el sorteo de la lotería de navidad!!!! (esto siempre me pasa después de comprobar que no me ha tocado ni un duro, perdón, euro) Los niños de San Ildefonso, cantando su cancioncilla machacona toda la mañanita en casi todas las emisoras de radio, que encima, con el rollo del Euro no rima. ¿Y por qué repetiten tantas veces el número premiado? ¿Para torturarnos más? y si cada año intentan adaptarse a la sociedad (primero fue que cantaran niñas, que salieran niños de color, inmigrantes, etc.) ¿Por qué no les cambian el traje azul marino, que ya está desfasado? Por cierto, podrían cambiar de colegio, porque éstos no me dan suerte.
Los loteros/as que han vendido algún número premiado con su célebre frase "Estoy muy contento/a porque he repartido la suerte ha mucha gente" cuando en realidad deben pensar "Joder con lo cerca que lo he tenido, y no me quedé ningún décimo de este número" "ahora me vienen los de la tele y yo no he pasado por la pelu" "Dios, la carnicera me dijo que le guardara un número, no me acordé, y los vendí todos"
Los afortunados. Estos me dan mucha más rábia. Yo no se si me pasa a mi sólo, pero ¿No salen siempre los mismos por la tele? Creo haber visto la misma botella de cava descorcharse desde que tengo memória lotera. Otra cosa ¿Dónde venden el manual para celebrar que te ha tocado el gordo? porque toque donde toque, siempre lo celebran igual (Siempre sale el dueño de un bar, una mujer rubia de permanente con las zapatillas y la bata de ir por casa, y uno que no juega el gordo pero que se apunta a la fiesta, no sea que pille un pellizco)
Y los míos. Los míos son los mejores. Una cara de decepción como si te hubieran robado un tesoro. Unos deseos de buena salud repentinos. La seguridad que en el sorteo del niño tocará algo. Las fabulosas pedreas (ni que te fueran a solucionar algo), el mal de muchos consuelo de tontos, una envídia repentina que nos corroe por dentro, el no querer ver las noticias por no escuchar otra vez a la pesada de la permanente.
En fin, que si tenemos en cuenta lo que cuesta un décimo, el premio que se puede recibir (que tampoco nos va a solucionar la vida) y la probabilidad de ser el agraciado, existen otros juegos con menor coste y mayor ganancia.
Total, que es un sorteo de lo más tonto, pero me tiene enganchado toda la mañana. Adoro a los malditos "niños cantores de bolas" cuando los entrevistan al cantar un premio y a todos los frikis sentados en el salón del sorteo, a cual de ellos más pintoresco.
Manniken
1 comentario:
Ese dia me da asco poner la tele,y sobretodo ver a los frikis que salen con la botella de cava detrás de los que le han tocado la lotería, riendo , y festejandolo como si a ellos tambie´n le hubieran tocado los 50 kilos....!!!yo estoy ahí y me lio a ostias para quitarles el decimo!!!!
Mr.Furia
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